Un triste despertar

Tango - S/F

Letra: Federico Silva
Música: Ernesto Paredes

Un bosque umbrío
de perfumes lleno,
silencio, soledad,
completa calma;
libre de engaños
y al dolor ajeno,
y un mundo de ternuras
en el alma.

Bajo el ramaje de álamos, espeso,
dormida, sin rumores, la laguna,
una barca, un idilio, muchos besos
y detrás de los álamos, la luna.
¡Qué sueño aquel!. Mas desperté llorando
porque ni barca, ni laguna vi,
y al ver que solo, soy feliz soñando
para seguir gozando, me dormí...

Ámame, sí­
despiértame alma mí­a,
tú sola puedes
realizar mi sueño;
mi lecho sea
tu seno marfileño,
para soñar despierto
que eres mí­a.