Música: Pedro Noda / Agustín Magaldi
Que de mi existencia jamás conocí,
Eres la ilusión que cual chispa grandiosa
De tus ojos negros un día viví.
Eres mi recuerdo hacia tardes felices
Cuando la fragancia del viejo jardín,
Y entre las praderas de rojos matices
Aspiré el aroma de tu alma sutil.
Linda mariposa, bellos picaflores
Tus sobrios colores brillan al pasar,
Yo te vi libando néctar delicioso
Sobre el más hermoso, fragante rosal.
Yo te vi sonriente, bajo el sol ardiente
Cuando en su quimera, las aves gorjean
Y anhelan soñar, para amar.
Tú fuiste veguera, la estrella orgullosa
Que dio a mi existencia raudales de luz,
Hoy triste y marchito, ¡Oh, virgen dichosa!
Soy sólo el contraste de tu juventud.
Conservo el recuerdo de los tiempos idos
Admiro el encanto de tu plenitud,
Y sólo en el mundo, de paso al olvido
Vibrando cual nota del viejo laúd.