Tango - S/F
Letra: Omar Escudero
Música: Omar Escudero
Fuiste enviado mensajero
con destino de cantor,
el Abasto fue tu cuna
y tu partida, una herida,
pero dejaste una huella
en esta senda de amor,
premonición de tus alas
que tan cruel quemó la vida.
¡Un ADN a Gardel!
¡Qué irreverencia, señor!,
Es que no se dan ni cuenta
que su estampa de varón,
es la barriada, es el reo,
es el “canilla”, el “tachero”,
y es el latido canchero
de algún fueye milongón.
¡Un ADN, Zorzal!
Perdoná por su orfandad,
porque somos herederos
de tu sonrisa inmortal,
la “academia” popular
hoy te nomina,
patrimonio...
De toda la humanidad.
Un ADN, Carlitos
para saber quién sos vos,
en tus obras, con tus genes
al que quiera comprender,
si en tus fieles peregrinos
que borrachos de emoción,
laten sin pena ni olvido
cuando te vuelven a ver.
Siempre en tus manos tendrás
el ruego del ser querido,
en ese pucho prendido
y una flor en el ojal,
con la “morocha argentina”
Cautivada por tu hechizo,
con un cantor que se arrima
como pidiendo permiso.
Coda:
Y como dicen tus tangos:
Carlos Gardel, no te olvido...
Perdoná si al evocarte
se me pianta un lagrimón...
Letra: Omar Escudero
Música: Omar Escudero
Fuiste enviado mensajero
con destino de cantor,
el Abasto fue tu cuna
y tu partida, una herida,
pero dejaste una huella
en esta senda de amor,
premonición de tus alas
que tan cruel quemó la vida.
¡Un ADN a Gardel!
¡Qué irreverencia, señor!,
Es que no se dan ni cuenta
que su estampa de varón,
es la barriada, es el reo,
es el “canilla”, el “tachero”,
y es el latido canchero
de algún fueye milongón.
¡Un ADN, Zorzal!
Perdoná por su orfandad,
porque somos herederos
de tu sonrisa inmortal,
la “academia” popular
hoy te nomina,
patrimonio...
De toda la humanidad.
Un ADN, Carlitos
para saber quién sos vos,
en tus obras, con tus genes
al que quiera comprender,
si en tus fieles peregrinos
que borrachos de emoción,
laten sin pena ni olvido
cuando te vuelven a ver.
Siempre en tus manos tendrás
el ruego del ser querido,
en ese pucho prendido
y una flor en el ojal,
con la “morocha argentina”
Cautivada por tu hechizo,
con un cantor que se arrima
como pidiendo permiso.
Coda:
Y como dicen tus tangos:
Carlos Gardel, no te olvido...
Perdoná si al evocarte
se me pianta un lagrimón...
